¡¡LA GUITARRA!!

Los arpegios de un rotundo sonido
la magia entretejida de tus dedos
donde sucumbo embelesada de mi celo
es mi singular en este verbo.

No comparto esta entrega, sortilegio
de quien se atreva a socavar,
mas mi deseo
es el pálpito donde me encuentro
melodía rasgando en mis oídos
pausando mis caderas del desierto.

Fluye el movimiento ondulando el aire
un bamboleo de curvas rompiendo
en la danza que engendra el fuego
en las entrañas de mi universo.