Mi abismo, mi letal desequilibrio,
Eres mío, aún en contra de los vientos,
Triste, recurrente en los finales
Te abrazo, te aprieto en tu lamento
Y sucumbes en mis brazos y mis besos.
Nada lo explica, nadie lo entiende
Pero fluye entre nosotros ¡intenso!
Olas, mares, cumbres
Se ponen de acuerdo
Y guardan este secreto.
Delata el brillo en mis ojos
Porque te amo ya no se cuanto,
Haz que perdure en la línea indefinida
Nuestras instancias entre versos
La llama encendida, el incienso
Mis fresias, tu rebeldía
Perfumando la ira
Y
empiezas a brillar como el día
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