Y la gala encontró la señal
en una senda de glorias
su canto se vuelve lira
y no mas la estatua de sal.
No se interrumpe ni el beso
que quedó suspendido
ni el abrazo del quiéreme
porque no se nos acaba el tiempo.
Somos el preludio infinito
y la entrega es total
en el veneno de mis labios
en los tuyo fatal.
Te amo.
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