Demasiadas primaveras
floreciste engalanada
bajo un sol radiante,
tus capullos apretados
entre espinas y verdes hojas
te ofrecías en carmesí aromada
pétalos de terciopelo y rocío
en mi jardín del alba.
Vienes por mí en la brisa
perfumando mi ventana
y me enamoras el alma
cuando te fundes con jazmines
con glicinas y mis fresias.
Corro por mi caldero descalza
porque soy la celta y sus semillas
cultivando mi huerto de amor
de praderas , cerros y estepas
convertidas en musgosas campiñas.
En medio de estos milagros
también florezco en mi corazón
la ternura, la dulzura
como en un cuento
aunque solitaria
Peregrina soy.
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