Si por encontrarte me he vuelto peregrina
y volaron conmigo de Becquer las golondrinas
si por percibirte en mis noches largas
recorrí en mi mente el camino a Compostela
también murmuraron en mi mente
mis recorridos tangibles por la sierras
y mis espaldas clamaban alas y su blancura
para traerte el aire puro de los pinos
y de los valles y cascadas su frescura.
No fue en valde ante la vida mi postura
ni tampoco la fantasía
porque me dieron luz
esa luz que ya tenía
pero que estaba escondida.
Hasta que llegaste tú.
Entonces valió la pena la espera
en el andén perenne
y la lluvia cae en las estepas
y el sol levanta su verdor
¡OH! cuanta liturgia celta
para mi caldero en flor
expreso apenas el esbozo
de lo que traje en mi interior
para que mires tu centro
descubriendo tu valor
¡OH! si tuviese que esperarte todavía
seguiría recorriendo los caminos de Machado
comiendo las narajas de la Juana
y entre mis manos...tú que crees.
el perfume de una flor.
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