Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos,
también puede besar con la mirada.
Poemas de Gustavo Adolfo Bécquer
En eso se basan mis versos
de alma enamorada
simple inquietud afortunada
cuando la mente se abre
filtrando indefinido lo intangible.
Besa la flor sin ser tocada
vuela el alma sin tener alas
cumple su ciclo la riqueza del alba
alumbra tu día sin alguna flama.
Las estrellas lucen brillante
tal fueran incandescentes diamantes
allí estàn para la senda alumbrarte.
No fueron tocadas fecundas espigas
tampoco la lluvia que beso la flor
el rocio milagro nocturno
descubre el aroma y así se enamora
con cierto recato perfumado nardo
en aquél verso de amor.
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