Te amo en este silencio interno
Me acompañan mis adagios
Aventurados mis veranos
Asumen sentimientos desbordados.
Y tu recuerdo se adueña
insoslayable
De mi alma que dormía inmutable.
Te amo en esta soledad mía, tan
mía
La magia de traerte a mi mundo
de algas
La esencia que transita mis
venas
Eterna liturgia de mi andar
solitaria.
Me robaste la calma
Seducida entre los aromas
De mis nardos y fresias
Renacieron ardores
Dándoles ternura
A mi morada eterna.
Y aunque tú no lo creas
Esta vida y las otras
Que también fueron nuestras
Nos juntó de nuevo
Tu alma y la mía
Encadenadas sedientas
Liberan ansiedades viejas.
Sino como explicas mutar la pasión
Locura incierta en esta
liberación
De querer estar juntos: moraleja
Verano maduro en esta inconsciencia.
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