Me resulta sutil llegar a ti
Te pienso y ya estoy allí
Porque estás en mí
Porque ya eres parte
De mi caldero de mis frutas
De mis flores y mi jardín.
Yo te regalo los corceles
Que laten saliendo de la mar
De este corazón ardiente
Tambores locuaces, tenaces
Que parten lo sombrío.
Yo te regalo esta pulsión mía
Y la tomes en tus manos
¡No la sueltes! va con mi alma
Es el aspecto divino del Ser.
No lo pienses, deja fluir
Tu elocuencia sagas
Liturgia de renglones vacios
Esperan del hastío
Tu brillo tu estallido
Del amor amordazado
Porque no lo sueltas
Desacomoda el destino.
Más, yo te brindo
Este holograma de esmeraldas
Soplo de sentimientos genuinos
Y este ramillete de esperanzas
Para emprender este camino.
No soy yo la que lo dice
Son los árboles que ocultaron
Con frondosa complicidad
Los besos esculpidos
Sobre aromados vientos.
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