Un verano de antiguo romance
camina conmigo
y lo que fluye en mis venas
convierte en palabras
mis profundos silencios.
Un verano de antiguo romance
me tiende su mano
y me dice:
¡¡...arroja tus vestiduras mujer medieval...!!!
¡ arroja a los vientos...los oscuros tiempos !
y empieza a mirar
tu huerto...tu tierra
tu árbol...tu fresco destino
que guarda consigo
la fuerza vital del sembrado
que brota despues de la lluvia
como alabanza al cielo.
Un verano de antiguo romance...
¡ se quiere quedar !
me dice que tengo en la cara
naranjas y fresias
que huelo a palmeras
me muestra un camino
de alineados tilos
¡...y siento el sabor de la menta...!
Y yo le contesto:
¡ verano...romántico mío!
estás en mí...como el delirio
del ave que canta y que de amor se muere.
¡Verano... romántico mío!
soy apenas el esbozo
de lo que es mi designio
...tengo un sendero...
y cuento con un despertar nuevo
cuento con mañanas distintas
mañanas de ensueños.
Y aquellos inviernos
que dejaron mellas en mi recuerdo
se desdibujaron en mi adentro
y se entibiaron mis dedos.
¡...Anhelante verano...romántico mío...!
soy la mujer medieval que terminó sus ritos
soy la mujer que descubrió la magia
en medio de la tormenta
y el estar enamorada
verano de los siete mares
¡Hoy soy la mujer... de los siete siglos!
1 comentario:
Un poema con historia medieval, esa de caballeros de armadura y de castillos, pero sobre todo de trovadores, de esos poetas que con el laud al hombro le cantaban a su dama.
Buen poema y buen final.
Ernesto C.
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